En Roma, en Plaza Venecia, hay un monumento que se alza en toda su majestuosidad, siendo visible desde cualquier perspectiva: el Victoriano. De día, de noche, en cualquier momento del día que se encuentren pasando cerca del Campidoglio, el Victoriano, o Altar de la Patria, les sorprenderá con toda su grandeza.
El famoso monumento nacional a Víctor Manuel II fue construido para honrar y acoger los restos de Víctor Manuel II de Savoya, el primer Rey de Italia. El proyecto es obra de Giuseppe Sacconi, que pensó en este lugar como una verdadera alegoría de Italia, un símbolo de la celebración del territorio nacional y de su espíritu, unificados en un único monumento. Todas las esculturas que se encuentran en el Altar de la Patria son una prueba de las intenciones de su edificación. Las esculturas del Pensamiento, de la Concordia, del Derecho son sólo algunas de estas representaciones simbólicas que se pueden admirar en la actualidad. Entre bajo relieves y esculturas, la única representación no simbólica pero realista, es la de Víctor Manuel.
El Victoriano no es sólo un importante emblema arquitectónico de la capital y de la historia nacional, si no es también un centro cultural activo, sede de exposiciones artísticas o de importantes iniciativas. De hecho, este carácter polifacético es parte del Altar de la Patria desde su origen. En 1921, el Altar de la Patria albergó los restos mortales del Soldado Desconocido, hecho que reforzó en sentido alegórico este monumento, único en su género; pero ya en 1915 se celebró un famoso acontecimiento para honrar a los caídos en guerra.
Se dice que cuando murió el Padre de la Patria Víctor Manuel II se decidió conmemorar a este personaje histórico a través de un monumento. Era 1878 y unos años más tarde, en 1880, fue un arquitecto francés, Nenot, el que ganó el concurso para construir un monumento dedicado al Rey. Este suceso no llegó a ninguna de las fases de construcción, con lo cual se creó una segunda selección unos años más tarde, en 1882, que ganó el arquitecto Giuseppe Sacconi, originario de la región de Le Marche. El proyecto presentaba unas ideas generales: por ejemplo, el complejo iba a surgir en el Campidoglio y a presentar una estatua ecuestre dedicada al Rey, una fachada con una altura determinada en metros, y construirse de modo que esconda a los edificios detrás de él.
Quien ama a las vistas inolvidables de la ciudad de Roma, no quedara decepcionado después de subir a la Terraza de las Cuadrigas, en la parte superior del complejo del Victoriano. Aquí, es posible admirar uno de los panoramas más bonitos de la capital. Se trata, de hecho, de un punto particularmente estratégico, que permite disfrutar de una vista de la ciudad verdaderamente amplia. Desde aquí se pueden ver el Coliseo, pero también algunas iglesias del centro, los Foros Imperiales, el Tíber, el Quirinal e incluso los Castillos Romanos.
Hay varios eventos importantes que han tenido lugar en este espacio, empezando por las exposiciones de arte moderno y contemporáneo. Cézanne, Mondrian, Sironi, retrospectivas de artistas de fama internacional, exposiciones fotográficas. El Victoriano es un tesoro que a día de hoy celebra la libertad creativa inherente a todas las formas de arte, cualquiera que sea la época a la cual pertenezcan.