Cada vez más personas optan por hacer un viaje de estudios en el extranjero para aprender un nuevo idioma. Organizar un viaje para aprender una nueva lengua de manera activa está convirtiéndose en una verdadera tendencia, especialmente extendida entre los más jóvenes.
Llevar a cabo tal experiencia, nos permite aprender de modo divertido, activo, funcional y sin duda más rápido. Se trata de una verdadera experiencia formativa, que deja su huella sobre todo en el camino de quien le gusta viajar aprendiendo. En el caso de la lengua italiana, estudiar el idioma in situ tiene muchas ventajas, para quien decida vivir en Italia por un tiempo, confiando sin duda en una buena escuela de idiomas.
Organizar un viaje de estudio podría no parecer muy sencillo, pero también es cierto que con unos consejos y un poco de paciencia, es posible vivir una experiencia única e inolvidable. Pero, ¿cómo organizar un viaje a Italia de la mejor manera posible?
Fácil: confiemos en una escuela que pueda ofrecernos, primero un plan de estudio adecuado a nuestras necesidades, ya que el aprendizaje del idioma es la motivación principal del viaje a Italia.
Los profesores cualificados de la escuela pueden ofrecernos, además de un apoyo didáctico, una ayuda más práctica en la gestión de otros aspectos, como la búsqueda de alojamiento, que normalmente son difíciles de organizar a distancia y antes de la salida.
Podemos optar por alquilar una habitación, compartirla con otro inquilino, ser huéspedes de una familia, en definitiva, las soluciones son muy variadas. Si decidimos viajar en compañía, sin duda alquilar un pequeño apartamento podría ser una buena forma de ahorrar desde el punto de vista económico y compartir los gastos con nuestro compañero de viaje.
Y si organizar un viaje nunca es algo relajante, tenemos que acordarnos de nuestro objetivo principal, que es aprender un idioma extranjero y descubrir cosas nuevas en otro país. En otras palabras, no nos olvidemos del placer de descubrir y de la parte más estimulante y divertida de la elección, y sobre todo: no nos vayamos a agobiar.
Si ya hemos elegido nuestra escuela, no debemos tener miedo de pedir un consejo. Sobre todo si no estamos muy familiarizados con el italiano, nos podría resultar difícil relacionarnos y comunicarnos con los dueños de casa, o interactuar con las personas que nos podríamos cruzar por motivos burocráticos o logísticos.
Por lo tanto, una vez decidido hacer un viaje de estudio, vamos a preguntarnos: ¿dónde queremos estudiar italiano? Si elegimos la capital, Roma, sin duda se trata de una excelente elección, igual la mejor porque la ciudad ofrece muchos aspectos esenciales para quien quiera conocer no solamente el italiano, si no también Italia bajo el perfil cultural, histórico, artístico, arqueológico, gastronómico, etc.
¿Qué hay mejor que estudiar la lengua italiana en el lugar donde nació la cultura de todo el territorio? Además, Roma se sitúa en el centro de la península y desde la capital es muy fácil moverse hacia otras zonas. Podremos vivir unos fines de semana maravillosos haciendo excursiones y descubriendo las zonas circundantes, o también viajar al Sur o al Norte de Italia, aprovechando las numerosas conexiones existentes, descubriendo los diferentes dialectos ,¡porque no!
El clima de Italia, junto a sus paisajes característicos, ¡es envidiado en muchas partes del mundo! Entonces, ¡mochila en la espalda, billetes en mano, y vámonos sin pensarlo demasiado! Sólo se aprende viviendo positivamente nuevas experiencias. ¿Qué cosa mejor que aprender italiano directamente en Roma, la ciudad eterna así llamada por el mundo del cine y de la literatura en todas las épocas?
